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¿Qué hay que saber sobre los seguros de crédito para empresas?

Al igual que ocurre con los particulares, las empresas también necesitan un buen seguro para estar protegidas frente a los posibles impagos de los clientes u otros problemas que puedan surgir. En este sentido, la insolvencia es algo más común de lo que se cree y, ante este tipo de situaciones, es muy recomendable contratar un seguro de crédito que ofrezca las mejores coberturas al respecto.

Aunque siempre se ha pensado que los seguros son herramientas indispensables para los particulares, lo cierto es que cada vez están cobrando mayor protagonismo en las empresas, teniendo en cuenta que también las entidades deben estar protegidas ante ciertos problemas.

En base a esto, hay que decir que cada vez son más las compañías que se decantan por contratar seguros de crédito, con el fin de evitar riesgos ante situaciones tan graves como los posibles impagos que pueden tener los propios clientes.

¿Qué es exactamente un seguro de crédito?

Como su nombre indica, se trata de una póliza diseñada específicamente para las empresas, con el fin de que estas puedan estar protegidas ante situaciones tan comunes como los impagos de clientes, o incluso la insolvencia, sabiendo que este tipo de seguros ofrecen coberturas, tanto de carácter nacional como internacional.

Ya sea el impago o la insolvencia, lo cierto es que ambos son problemas de gran gravedad, a los que se pueden enfrentar las entidades, principalmente, las que se dedican a vender servicios o productos a crédito.

La venta a crédito es el proceso a través del cual, la empresa en cuestión ofrece un producto a un cliente o lleva a cabo un servicio, y no recibe el pago por los mismos de manera inmediata, sino cuando ya ha pasado un tiempo, plazo que de manera previa se acuerda entre ambas partes, siendo lo habitual, que sea de 30, 60 o 90 días.

El hecho de que los clientes no paguen las facturas emitidas por parte de la empresa, puede acarrear graves consecuencias para la misma, incluyendo el cierre de esta. Precisamente, por este motivo, para evitar problemas mayores, los seguros de crédito son imprescindibles para las entidades.

Principales coberturas de este tipo de seguros

Sin duda alguna, la mayor garantía que tienen las empresas a la hora de contratar este tipo de seguro, es que se aseguran de que cobrarán un cierto porcentaje de los gastos que deben asumir cuando los clientes no pagan dichas facturas.

Por supuesto, el porcentaje final va a depender del tipo de seguro que se haya contratado, siendo lo habitual, que se cubra entre el 80 y el 95% de los impagos.

De igual modo, este seguro ofrece otras coberturas interesantes, tales como el análisis de la cartera de clientes en tiempo real, la facilidad de obtener financiación para poder solicitar una línea de crédito o poder utilizar herramientas de monitorización para conocer cuál es el riesgo real que tiene la empresa frente a esta problemática.

¿Cómo funcionan estos seguros?

Una vez que la empresa ha contratado el seguro, la misma debe informar a la aseguradora sobre cuál es el margen de crédito que se tiene para cada cliente, lo que supone conocer el riesgo. Con esta información, la compañía de seguros hará una valoración sobre cada cliente, conociendo cuál es el riesgo real y ofreciendo un seguro con las coberturas necesarias en base a lo que solicita la entidad.

En el caso de tener el seguro ya contratado, cada vez que haya un impago, la empresa deberá informar a la compañía, siempre que se den algunos casos concretos. Así, el seguro cubrirá los gastos en el momento que haya vencido el plazo de pago y no se hayan abonado los servicios. También se debe informar si se tiene constancia de que el cliente se encuentra en concurso de acreedores o en una situación similar, y por supuesto, si el cliente ha cerrado por completo su negocio.

¿Cuánto tiempo puede tardar un seguro en abonar los gastos del impago?

El plazo real dependerá del tipo de seguro que se haya contratado, si bien es cierto, lo normal en estos casos es que las compañías fijen un plazo de pago de los gastos de entre 3 y 6 meses, contando desde que la empresa le comunica a la aseguradora que se encuentra en situación de impagos.

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