Líquidos para vapear
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Líquidos para vapear: desmontamos los mitos más comunes sobre estos productos

Desde hace años los cigarrillos electrónicos y los vapers se han convertido en productos de uso frecuente por millones de personas. Este hábito, que en sus inicios se popularizó como una fórmula útil para dejar de fumar, ha pasado a ser una práctica cada vez más integrada en la sociedad.

Y como otras muchas actividades cotidianas, tiene sus aspectos positivos y negativos. Algunos de ellos los trataremos más adelante. No obstante, el objetivo de este artículo no es otro que el de desmontar algunas leyendas y mitos comunes sobre los Líquidos para Vapear con Nicotina. De ellos se acostumbra a decir que son tan peligrosos como los cigarrillos tradicionales, cuando lo cierto es que son productos mucho menos nocivos.

Vapear es menos nocivo que fumar

Un estudio de la Public Health England realizado con motivo de un plan de control del tabaquismo en Inglaterra en 2015 ha demostrado que los cigarrillos electrónicos y los líquidos para vapear son menos peligrosos que fumar, aun cuando contienen nicotina.

El estudio, que se actualiza de manera anual, analiza principalmente datos sobre la exposición humana al vapeo. Como conclusiones generales, lo más reseñable es que a corto y medio plazo vapear supone una fracción pequeña de los riesgos que implica fumar. Eso sí, no es una actividad exenta de peligros para la salud, sobre todo en personas que no han fumado nunca.

Incluso los vapeadores con líquidos que incluyen nicotina son más moderados en su daño al organismo que los cigarrillos tradicionales. La combustión del tabaco tradicional libera miles de sustancias tóxicas. Con los líquidos para vapear lo que se generan son aerosoles con menos contaminantes.

Usar líquidos para vapear con nicotina es algo exclusivo de fumadores y exfumadores

Este es otro mito que se desmonta fácilmente. Basta con consultar con cualquier negocio del sector, que podrá ofrecer cifras de venta sobre sus productos. No obstante, sí es cierto que muchos fumadores alternan el tabaco tradicional con el cigarrillo electrónico, o que incluso utilizan este último como fórmula para reducir su dependencia al tabaquismo.

Pero todo esto no significa que solo fumadores y exfumadores opten por la nicotina en sus líquidos para vapear. Hay otras personas que vapean que sí se decantan por esta vía, e incluso lo hacen sin estar habituados a fumar.

La experiencia sensorial que supone vapear, o la posibilidad de mantener este hábito en lugares donde el tabaco tradicional está más perseguido es motivo suficiente para optar por esta vía. Además, los cigarrillos electrónicos posibilitan añadir más o menos nicotina en función de los gustos o necesidades.

Los líquidos con nicotina son más caros que los que no llevan nicotina

Para hacer frente a esta idea generalizada basta con acudir a cualquier negocio especializado en vapeo. Los que así lo hagan pueden descubrir que no existe una diferencia de precio muy significativa entre los líquidos con nicotina y los que no llevan esta sustancia.

Sí es cierto que tienen costes distintos para el público, pero no son variaciones muy reseñables. Además, están muy ligadas a la concentración de nicotina, a la inclusión de otras sustancias y aromas y a la marca del líquido para vapear.

Por otra parte, las diferentes concentraciones de nicotina suponen un extra para quienes vapean, pues pueden decidir qué productos adquirir. De este modo tienen más libertad para decidir ellos mismos sobre sus propios hábitos.

Vapear es una decisión madura y consecuente

Queda claro, por tanto, que vapear es una práctica ya asentada en muchos adultos. Algunos han llegado hasta este hábito desde el tabaquismo y hay quien lo ha utilizado como vía para dejar de fumar.

Pero otras personas no fumaban y sí vapean. Y lo hacen por varios motivos: la posibilidad de hacerlo en lugares cerrados, la pérdida de estatus y la fama negativa del tabaquismo y la capacidad para controlar la dosis de nicotina y elegir entre diferentes variedades de líquidos para vapear.

Y en cuanto a lo que nos ocupa, hay algo que sí debe quedar claro. Toda actividad en la vida adulta debe llevarse a cabo con método, tomando decisiones maduras e informadas, evaluando los riesgos y beneficios que conlleva. Vapear sí puede ser una práctica responsable y que no necesariamente va a perjudicar gravemente a la salud.

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