El mundo está lleno de paisajes que descubrir. Por ese motivo, ver bien se convierte en un aspecto fundamental en nuestra vida. A veces, no discernimos con nitidez los paisajes o los objetos y la causa puede deberse a la miopía. Se trata de un problema de refracción que ofrece una sintomatología basada en la visión borrosa lejana. Todo ello nos impide ver con claridad no solo paisajes, sino también nuestra serie favorita o espectáculos al aire libre. En estos casos, lo más idóneo es acudir a los profesionales de la salud visual y la oftalmología para que nos realicen un diagnóstico y nos ofrezcan las mejores soluciones con las que ver nítidamente.
Existen circunstancias genéticas, ambientales, tóxicas y patológicas que explican la aparición de la miopía
Cuando hablamos de miopía, nos referimos a que la imagen se crea en la parte delantera de la retina por dos motivos: porque la córnea, el cristalino o los dos son muy potentes o porque el ojo tiene una longitud más alargada que lo normal. Por otro lado, si el ojo está sano, la luz se introduce en la zona ocular a través de la córnea, la pupila y el cristalino, enfocándose de forma directa sobre la retina. Hay que remarcar que cuando se padece miopía, se produce en los dos ojos, pero puede que con distintas dioptrías.
Si hablamos de las causas de la miopía, debemos atender a múltiples factores. Generalmente, el origen se relaciona con las variaciones biológicas que hayan en el sistema visual, que causan un fallo en la correlación entre distintos componentes del ojo. Sin embargo, la miopía puede estar causada por otras circunstancias.
En primer lugar, hallamos las genéticas, concretamente los factores hereditarios. Si los padres o uno de ellos padece miopía, los hijos también es probable que la tengan. Respecto a las circunstancias patológicas, existen enfermedades como las cataratas o la diabetes que pueden causar miopía.
Asimismo, hallamos las tóxicas, donde el consumo de según qué sustancias puede causar alteraciones definitivas o temporales en la visión. Por otro lado, si trabajamos con dispositivos electrónicos mientras contamos con una luz que no es adecuada, podemos desarrollar miopía.
Respecto a la sintomatología, tal y como hemos mencionado anteriormente, encontramos la visión borrosa, pero también entornar los ojos para poder observar de lejos, muy utilizado especialmente por los más pequeños, fatiga visual y dolores de cabeza.
¿Cómo corregir la miopía?
Cuando tratamos la miopía, tenemos la oportunidad de corregir la visión borrosa de objetos lejanos. Para conseguirlo, podemos emplear tres opciones: utilizar gafas, lentillas o recurrir a la cirugía. En el caso de las gafas, una vez se ha realizado el diagnóstico, las colocamos delante de los ojos cuando se hayan graduado para que las personas puedan ver correctamente. Lo mismo ocurre con las lentillas, pero en este caso, las colocamos directamente en los ojos, consiguiendo el mismo efecto que con las gafas.
Por último, encontramos la cirugía, que puede emplear distintas técnicas: láser, lentes intraoculares, etc. Los profesionales en salud ocular serán los que determinarán cuál de ellas es la que mejor se ajusta a las necesidades de cada paciente.
Cualquiera de ellas es válida para poder ver con nitidez nuestro alrededor. De este modo, podremos disfrutar de las maravillas que nos ofrece el día a día.