Grafomotricidad
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Grafomotricidad: qué es y para qué sirve

Aprender a escribir parece una tarea fácil visto desde la óptica de un adulto, pero cómo iniciarla requiere una larga trayectoria desde los primeros años de vida. Empezar a formarse en los primeros trazos que hacemos con la mano exige un entrenamiento que comienza y debe orientarse desde la infancia y que está relacionado con el proceso de grafomotricidad.

En este artículo que hemos preparado para ti, te explicaremos qué es y para qué sirve la grafomotricidad y también si eres psicopedagogo, docente de educación inicial o mamá/papá, te daremos algunas estrategias que puedes desarrollar con los niños para impulsarlos en el camino que los llevará al aprendizaje de la escritura.

¿Qué es la grafomotricidad?

Del vocablo grafo “escritura” y motriz “movimiento” la grafomotricidad se refiere al movimiento que debe hacer la mano para cumplir con cualquier actividad que incluya trazar o escribir.  En resumen, hablamos de grafomotricidad al movimiento que hace la mano del niño desde sus primeros años mientras dibuja o escribe.

Que Es La Grafomotricidad

La grafomotricidad pertenece al campo de desarrollo de la motricidad fina que es el que aparece y se consolida cuando el niño en su etapa de aprendizaje de la escritura ha logrado tener un control sobre el movimiento de las muñecas, manos y dedos. Esta actividad se logra de manera gradual e individual en cada infante; primero el niño empezará a trazar de manera libre algunas rayas luego dará paso a dibujar ciertas formas y a medida que comienza a tener control sobre sus dedos podrá ir adquiriendo formas más concretas hasta terminar con el trazado de letras y la construcción de palabras.

¿Para qué sirve la grafomotricidad?

La finalidad de la grafomotricidad es lograr que el niño consolide el proceso de la escritura mediante el trazado correcto de los símbolos que la componen. La grafomotricidad no es una tarea sencilla al contrario requiere de un proceso gradual de entrenamiento que se inicia desde los 18 meses. A esta edad los trazos son libres y el niño empieza a hacer uso del espacio sin un dominio ni control sobre el mismo ni sobre los materiales que usa.

Con el paso del tiempo y con entrenamiento irá poco a poco trazando líneas, rayas y otros trazos. En ese proceso deberá hacer uso de diferentes materiales como esponjas, plastilina, tizas, creyones de cera hasta llegar al uso de pinceles, lápices y marcadores.

Para Que Sirve la Grafomotricidad

La grafomotricidad también incluye la orientación espacial en el trazado gráfico como arriba, abajo, derecha, izquierda u oblicuo. Mediante el trazado de líneas en estas direcciones el niño irá adquiriendo mayor dominio sobre lo que hace hasta llegar a la imagen motriz de las letras y la unión con otras para formar palabras.

¿Cómo podemos ayudar a desarrollar la grafomotricidad?

Los padres son las primeras personas que tienen contacto con el niño desde su nacimiento, así que ellos son los que más pueden ayudar a iniciar al niño dentro del campo de la grafomotricidad.

La grafomotricidad a los 18 meses en el niño se observa cuando comienza a plasmar sus primeros “garabatos” sin un dominio en cuanto al movimiento y la velocidad del brazo ni coordinación entre el ojo y la mano. Permítale que se exprese libremente ya que de esta manera estaremos orientándolo por el camino correcto.

Ya a partir de los 2 años y hasta los 2 años y medio se tiene un control de la grafomotricidad sobre el codo, el antebrazo y la muñeca. Aparecen los movimientos que conocemos como de barrido y circulares. Surgen los trazos que llamamos independientes es decir que se pueden observar en un mismo plano varias formas diferenciadas unas de otras.

Ayudar a Desarrollar la Grafomotricidad

De los 3 a los 4 años ya se comienza a ver una coordinación óculo – manual. El niño a esta edad ya fija su atención sobre lo que dibuja. Aparece la combinación de colores en sus representaciones sobre el papel. A esta edad aparecen los primeros rasgos de figuras humanas en donde se puede visualizar en los dibujos la cabeza y el cuerpo representado por una serie de líneas no con todos sus miembros, pero dando una forma más característica a sus figuras.

Entre los 5 y 6 años y dependiendo de la madurez del niño, la figura humana es más completa. Ya incluye los elementos de la cara como ojos y boca, así como el cuerpo humano adquiere más forma incluyendo sus extremidades. En cuanto al tamaño de las figuras, esto va a depender del grado de afectividad y de las emociones (algunos miembros de su familia varían en tamaño de acuerdo al grado de afecto y cercanía con el infante). Es en este momento que podemos comenzar a iniciar el proceso de inclusión de trazos dirigidos que mejoren su grafomotricidad fina haciendo al trazado de los números y de las letras en imprenta. Después de haber logrado esto la llegada de la escritura se logra sin problemas.

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