Seguro que has oído hablar alguna vez de esta famosa contienda, sobre todo porque es conocida como uno de los conflictos armados más largos que ha habido, durando casi ciento diecisiete años. Concretamente se produjo entre Francia e Inglaterra, y como cualquier conflicto de la época feudal se dio para tratar de resolver quién controlaría las posesiones de los monarcas ingleses en el territorio francés, teniendo en cuenta que Francia e Inglaterra siempre habían estado enfrentadas, desde el Siglo XI. Debemos tener en cuenta que Normandía se había convertido en colonia de Inglaterra, y los intereses de los nuevos reyes ingleses seguían firmemente asentados en Francia, por lo que a partir del 1154 se acentúo esta situación cuando Enrique de Anjou accedió al trono de Inglaterra.
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Este conflicto armado se dividió en varias etapas bien diferenciadas
La guerra de los 100 años, precisamente al ser tan larga en el tiempo podemos dividirla en varios períodos o etapas, para que así resulte mucho más claro su conocimiento. Lo primero que debe quedar claro es que el conflicto se precipitó por la enemistad manifiesta entre Inglaterra y Francia que venía de muchos años atrás. Todo comenzó cuando a mediados del siglo XII los duques normandos fueron reemplazados por la dinastía de Anjou, condes poderosos que poseían grandes territorios en Francia. El rey inglés Enrique II era de hecho más poderoso que el rey de Francia, por lo que siempre trató imitar el poder soberano inglés, apoyando el rey de Francia la rebelión de los hijos de Enrique II, Ricardo Corazón de León que sucedió en el trono, comenzando así las primeras desavenencias. En 1259 se firmó el Tratado de París con el Enrique III abdicaba en el rey francés Luis IX, lo que incluía la pérdida de Normandía, Anjou y todos los demás territorios.

El primer periodo de la lucha fueron los casi treinta primeros años, básicamente podemos destacar las grandes victorias del ejército inglés, que contaba ya con una fuerte potencia militar nacional, a diferencia del francés que aún seguían siguiendo ejércitos ‘’feudales’’. Finalmente se consiguió firmar el Tratado de Brétigny con la renuncia de Eduardo III Rey Inglés a la corona de Francia, lo que consiguió cierta paz entre ambos reinos. Aunque fue algo efímera, porque cuando en España comenzaron las guerras de sucesión por el trono de Castilla ambos países intervinieron en este conflicto lo que volvió a desencadenar la lucha.
Podría decirse que Juana de Arco y Carlos VII fueron decisivos
Lo que realmente resulta interesante es el papel tan importante que tuvo Juana de Arco en todo este conflicto. En 1415 Enrique V de Inglaterra invadió el norte de Francia, derrotando a su paso al ejército francés, consiguiendo que se firmara la alianza con el duque de Borgoña. En ese momento el Rey Carlos VI que, según se diagnosticó, era víctima de la locura por lo que fue convencido para que firmara el Tratado de Troyes. Acordándose así el matrimonio de la hija del rey de Francia (Carlos VI) con Enrique V. Aunque por desdichas del destino Enrique V murió primero, por lo que no llegó a ascender al trono francés y poco después Carlos VI murió también. Lo que hizo que se incumpliera el Tratado firmado, ya que Francia nombró como nuevo rey al joven Carlos VII en lugar de a Enrique VI, lo que hizo que los ingleses considerarán a Carlos VII como un usurpador del trono real, comenzando así de nuevo la contienda.
¿Qué hizo que fuera decisiva la aparición de Juana de Arco?
A estas alturas os estaréis preguntando qué fue lo que hizo tan esencial Juana para que se la considere como figura clave de esta contienda. Debemos tener presente la situación anteriormente explicada, se había nombrado rey al bebé Carlos VII pese a la contradicción con el tratado firmado, además del alzamiento de los ingleses en aras de devolverle el trono a Enrique VI. Debemos tener presente que Enrique VI era el rey de Inglaterra y Francia, por lo que quería seguir su avance hasta conquistar el resto de Francia para así imponerse militarmente en todo el país. Aquí es cuando aparece una joven llamada Juana, que posteriormente fue conocida como la Doncella de Orleans, siendo inspiración para miles de personas, convirtiéndose así en toda una líder a la que seguir a la batalla, ya que fue precisamente en Orleans donde se consiguió cambiar el destino de la batalla para acabar con el ejército de Enrique. Lo que ocurrió es que Juana era ferviente seguidora de Carlos VII, estaba convencida de su coronación, por lo que él mismo la envió a combatir en Orleans, al sur de Francia, liderando los ejércitos franceses consiguiendo levantar el asedio de Orleans. A pesar de todo lo que tenía en contra el ejército francés, consiguieron seguir su avance hasta llegar a Reims, donde consiguió convencer al Delfín, hijo mayor del fallecido Carlos VI para que se hiciera coronar a Carlos VII de Francia. Sólo en 1449 Carlos se sintió lo suficientemente fuerte para pasar a la ofensiva. Cuando lo hizo, reconquistó rápidamente Maine y Normandía. Burdeos, la última plaza fuerte inglesa en Aquitania, cayó finalmente a manos de los ejércitos de Carlos en 1453. Eso significó el fin efectivo de la presencia inglesa en Francia, por lo que la fecha es considerada como el final del centenario conflicto.

La suerte de Juana de Arco cambió en ese momento, ya que fue capturada por los Borgoñones y entregada a los ingleses para que la ajusticiaron por herejía, terminando sus días en una hoguera. En este artículo puede ampliar información sobre Juana de Arco, para gozar de toda la información, ya que desde entonces el papel de Juana y su misión se ha visto distorsionada con el paso de los años. Juana de Arco siempre ha sido un personaje histórico muy enigmático, ya que fue una mujer muy adelantada a su tiempo, lo que no gustó a todo el mundo, y quizá precisamente ese fuera el motivo de su trágico final.
hola en realidad duro 116 años . Me encanta esta web .Saludos de canarias lanzarote