El frigorífico es un electrodoméstico fundamental para la vida moderna, pues permite preservar los alimentos y mantener su frescura durante mucho tiempo. Por tal motivo, su mal funcionamiento llega a generar molestias importantes y requiere que el propietario invierta dinero en tareas de reparación y mantenimiento.
Para evitar esta clase de gastos, podría resultar buena idea desarrollar la capacidad de reparar por cuenta propia los desperfectos más usuales en los frigoríficos y tener a disposición una tienda capaz de ofrecer repuestos de frigorífico de primera calidad al menor coste posible.
Tener la capacidad de diagnosticar y reparar los problemas comunes de nuestros frigoríficos contribuye a un ahorro económico importante, a la vez que confiere una sensación de empoderamiento y autonomía. Además, evita el tiempo de inactividad del electrodoméstico al eliminar la espera por el técnico especializado.
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¿Cómo reparar el frigorífico por cuenta propia?
Aunque ciertas reparaciones del frigorífico obligan a contactar con un especialista, la realidad es que muchas tareas de mantenimiento y reparaciones menores pueden ser realizadas por cualquier persona, siempre que se cuente con las herramientas adecuadas y un enfoque metódico.
Estas son algunas recomendaciones generales que te ayudarán a simplificar el proceso de reparar tu frigorífico por cuenta propia:
Realiza un diagnóstico general
Realiza una inspección del exterior e interior del refrigerador en busca de daños o signos de desgaste. Posteriormente, comprueba que las puertas abran y cierren bien, que el motor funcione de manera correcta y que el termostato esté ajustado según los parámetros establecidos por el fabricante.
También conviene comprobar las conexiones eléctricas para descargar cualquier problema eléctrico o correspondiente a la fuente de alimentación.
Limpieza de componentes
Muchos problemas del refrigerador pueden ser causados por componentes sucios, siendo importante su limpieza regular. Algunos elementos que deberían limpiarse con regularidad son las bobinas del condensador, las juntas de la puerta, también llamados burletes de frigorífico, y el filtro de aire.
Utiliza las herramientas adecuadas
Las herramientas indispensables para esta tarea son destornilladores de varios tamaños, alicates, llave ajustable y manguera de vacío, entre otras herramientas específicas. Utilizar instrumentos de trabajo inadecuados puede ocasionar lesiones y también dañar el electrodoméstico.
Selecciona repuestos y recambios de primera calidad
También es importante dedicar el tiempo suficiente a seleccionar repuestos y recambios de primera calidad para tu refrigerador. Los repuestos de baja calidad pueden no durar mucho tiempo o incluso dañar irremediablemente el frigorífico.
A la hora de elegir los repuestos, considera detalles como la calidad de los materiales y la compatibilidad con el modelo y la marca del frigorífico. Además, deben estar cubiertos por la garantía del fabricante.
Consulta el manual del fabricante
Finalmente, antes de comenzar cualquier reparación, es necesario consultar el manual del fabricante para tener la completa seguridad de estar haciendo la reparación siguiendo las pautas correctas.
El manual del fabricante representa una valiosa fuente de información sobre el funcionamiento del electrodoméstico, el mantenimiento que requiere y las instrucciones necesarias para realizar reparaciones básicas. Incluso, suelen incluir un diagrama que resulta útil para diagnosticar diversos problemas y encontrar posibles soluciones.
