En la sociedad actual, el tiempo es uno de los recursos más valiosos que tenemos. Nos desenvolvemos en un entorno laboral altamente competitivo y sobrecargado de tareas, donde resulta crucial que seamos capaces de hacer más en menos tiempo e invirtiendo la cantidad mínima de recursos posible.
La buena noticia es que hay muchas formas de optimizar el tiempo y ser más productivos en el trabajo. Es posible utilizar herramientas tecnológicas, como una agenda online multifuncional y algunos otros recursos de optimización con los que se puede ser más productivo durante la jornada laboral.
A continuación, ofrecemos algunos consejos y trucos que pueden ayudar a optimizar la gestión del tiempo, una habilidad extremadamente útil que todos podemos desarrollar.
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Nuestras recomendaciones para optimizar el tiempo en el trabajo
Aplicando los siguientes consejos podremos llegar a ser más eficientes en el trabajo y tendremos la oportunidad de disfrutar de una vida más equilibrada y satisfactoria a nivel general, pues lograremos conciliar de forma efectiva nuestra rutina laboral con el resto de aspectos que forman parte de nuestra vida personal.
Trabaja en base a una agenda
La planificación es esencial para optimizar el tiempo de trabajo. Por esto, consideramos fundamental contar con una agenda o un planificador digital. De esta manera, podrás organizar tus tareas diarias y semanales, establecer horarios para cada una de ellas y configurar recordatorios para nunca olvidar los temas pendientes.
Delega tareas
Existen múltiples ocasiones en las que nuestra presencia no es indispensable y es posible delegar en terceros ciertas responsabilidades. Parte de delegar tareas implica aprovechar la tecnología para automatizar diversos procesos repetitivos y tediosos, por ejemplo, utilizar un sistema administrativo para generar una boleta de pago de manera automática.
Divide tu jornada laboral en bloques
La jornada laboral es bastante larga, por lo que sería recomendable que puedas dividir tu tiempo en bloques. Utilizando esta estrategia podrás trabajar en tareas específicas durante un período determinado de tiempo, y luego tomar un descanso para aclarar la mente antes de comenzar con la siguiente tarea de la lista.
Establece metas (diarias, semanales y mensuales)
También resulta una buena idea recurrir a la estrategia de fijar metas y hacer seguimiento constante de tu progreso. Trazar metas diarias permitirá que desarrolles una visión clara de todo lo que necesitas hacer para alcanzar tus objetivos semanales y mensuales, lo que estimulará tu productividad general.
Prioriza las tareas importantes
No todas las tareas diarias son igualmente importantes. Por tanto, te conviene identificar los deberes más relevantes del día y priorizarlos en tu lista de tareas pendientes. De esta forma, podrás asegurarte de completar aquellas labores de mayor urgencia y luego pasar a terminar los detalles de menor importancia.
Identifica los elementos distractores
Finalmente, resulta una buena idea identificar aquellas situaciones y factores que consumen tiempo de forma indiscriminada. Algunos de los elementos que disminuyen tu productividad pueden ser el uso del teléfono, la asistencia a reuniones y estar constantemente respondiendo correos electrónicos. Al identificarlos podemos tratar de minimizar su impacto.
