Artrosis de rodilla en ancianos
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Artrosis de rodilla en ancianos – Síntomas y consejos

La artrosis es una enfermedad crónica de las articulaciones que generalmente la padecen las personas mayores y que afecta a la calidad de vida de quienes la sufren. Por ello, resulta muy importante conocer cuáles son los mejores cuidados y recomendaciones, así como los síntomas para detectarla.

A continuación te mostramos todo lo que debes conocer sobre la artrosis de rodilla en ancianos, así como los síntomas y consejos para mejorar la calidad de vida de las personas que la padecen.

¿Qué es la artrosis de rodilla?

La artrosis de rodilla es una enfermedad degenerativa, que la presentan habitualmente las personas de mayor edad, aunque también puede aparecer en los jóvenes por motivos de lesiones previas en la rodilla. Es una enfermedad de “desgaste”, es decir, el cartílago se desgasta disminuyendo la protección de los huesos.

Al respecto, la rodilla es la articulación donde más se desarrolla esta enfermedad. La razón radica, principalmente, y si lo comparamos con las otras articulaciones del cuerpo humano, en que es la que soporta el mayor peso del cuerpo y de los objetos que transportamos: cuando estamos de pie, cuando caminamos, corremos, subimos o bajamos las escaleras, por ejemplo. Es por ello, por lo que la gran mayoría llevan consigo andadores ortopédicos.

Generalmente, la artrosis de rodilla se va desarrollando lentamente, así como el dolor de la misma; sin embargo, puede cursar con descompensaciones espontáneas, lo que se conoce como artrosis primarias.

De hecho, la artrosis de rodilla es la enfermedad que más se sufre en España, alrededor de 7 millones de personas y con mayor incidencia en mujeres que en hombres. Se calcula que el 20% mayores de 60 años padecen artrosis, según las cifras de la Organización Mundial de la Salud.

Síntomas producidos por la artrosis de rodilla en personas mayores

Las personas mayores que padecen artrosis sufren estos síntomas habitualmente:

• Dolor de rodilla

• Fallo de la pierna al cargar en ella.

• Inflamación en la articulación.

• Rigidez de la articulación.

Si la enfermedad está más avanzada, además de sufrir dolor (más continuo e intenso) también sufren disminución del movimiento en la rodilla. En otros casos, también pueden aparecer algunas deformidades de la articulación y alteraciones en la alineación de los huesos, con arqueamiento de la extremidad inferior.

De hecho, es normal que el paciente cojee al caminar y que la rodilla se debilite. Por ello, es fundamental el uso de andadores ortopédicos.

Causas que provocan la aparición de artrosis

• Edad. Suele aumentar a partir de los 50 años.

• Sexo. Las mujeres representan el porcentaje más alto de padecer la enfermedad.

• Menopausia.

• Genética. Según investigaciones, el 65% de los casos es de origen genético.

• Deportistas. Por lo general, son quienes tienen más probabilidad de padecer artrosis.

• Lesiones.

Consejos para mejorar la calidad de vida de ancianos con esta afección

• Actividad física y movimiento frecuente, alternando con momentos de reposo. Siempre adaptada a las capacidades de movilidad de cada persona.

• Ejercicios suaves, constantes, lentos, de movilidad de la rodilla, insistiendo en la extensión completa, pero no forzar en exceso las articulaciones.

• Mantener el peso corporal adecuado a la edad y constitución.

• Usar un colchón firme.

• Aplicar frío local en la parte inflamada.

• Mantener los índices de vitamina D a un nivel adecuado

• Fundamental, la utilización de andadores ortopédicos.

¿Existe tratamiento para esta enfermedad?

El mejor tratamiento para la artrosis es evitar todo tipo de carga en las articulaciones, como el sobrepeso o movimientos repetitivos, así como hacer uso de un calzado apropiado. Es importante practicar ejercicio moderado para mejorar la funcionalidad de las articulaciones y, por último, también se pueden tener en cuenta fármacos para controlar el dolor y mejorar la funcionalidad de los pacientes: analgésicos, antiinflamatorios, condroprotectores y terapia interarticular o infiltraciones.

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